Según
datos de la Encuesta del Instituto Nacional de Estadística, INE, del año 2020
sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los
Hogares, el 93,2% de la población de 16 a 74 años ha usado Internet en los tres
últimos meses; el 83,8% de las mujeres y el 82,4% de los hombres navegan a
diario y el 81,4% de los hogares con al menos un miembro de 16 a 74 años
dispone de algún tipo de ordenador (de sobremesa, portátil, tablet…).
Estos
datos que muestran la gran penetración de las TIC en España, esconden -como
apunta la UGT- que más de 2 millones de personas no acceden habitualmente a
internet, 750.000 viviendas carecen conexión, 8 millones de españoles no usan
el correo electrónico como herramienta básica de comunicación; el 22% de la
población no sabe buscar información sobre bienes y servicios en Internet y un
38% de la población desconoce la banca electrónica. Además, un 34,6% no sabe
cómo comunicarse con las Administraciones Públicas por medios electrónicos, al
carecer de los conocimientos necesarios; y 1 de cada 3 españoles no sabe
comprar a través de Internet.
Asimismo,
más de la mitad de los desempleados españoles únicamente acreditan competencias
informáticas bajas o nulas y 1 de cada 4 cuatro no sabe enviar un correo electrónico.
Por otra parte, sus habilidades digitales son 15 puntos porcentuales más bajas
que las que esgrimen las personas con empleo y sólo un 20% de los mismos
realizan cursos online.
En
el actual contexto de extraordinario incremento del desempleo debido al impacto
devastador de la crisis sanitaria provocada por la COVID19 en el mercado
laboral español, que se está cebando especialmente en los colectivos más
vulnerables, de restricciones a la movilidad que impiden el desarrollo de
programas de empleo y capacitación diseñados en un contexto de movilidad. La
“brecha digital” tanto en lo relativo a la alfabetización digital, como en los
recursos tecnológicos disponibles, ha incrementado exponencialmente su
relevancia, convirtiéndose actualmente en un factor crítico de exclusión
sociolaboral.
Es
necesario poner en marcha ambiciosas iniciativas, que basadas en la
colaboración público-privada, traten de dar respuesta de manera urgente al reto
de activar rápidamente hacia el empleo a grupos muy numerosos de personas
desempleadas, facilitándoles los recursos tecnológicos, los datos para navegar
por Internet y las competencias necesarias para conseguir su plena autonomía
digital como una pieza necesaria para la inclusión social.
Como
ejemplo de estas iniciativas, el Programa de Aceleración Laboral y Ruptura de
Brecha Digital puesto en marcha por parte de Ingeus en colaboración con la
Agencia para el Empleo del Ayuntamiento de Madrid, trata de acercar rápidamente
al mercado de trabajo a un colectivo de desempleados, a la vez que reduce su
brecha digital, facilitándoles tablets, datos y capacitación en competencias
digitales.
Imagen de una las sesiones grupales del Programa de Aceleración Laboral y Ruptura de Brecha Digital
AUTONOMÍA DIGITAL Y EMPLEO
Según datos de la Encuesta del Instituto Nacional de Estadística, INE, del año 2020 sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares, el 93,2% de la población de 16 a 74 años ha usado Internet en los tres últimos meses; el 83,8% de las mujeres y el 82,4% de los hombres navegan a diario y el 81,4% de los hogares con al menos un miembro de 16 a 74 años dispone de algún tipo de ordenador (de sobremesa, portátil, tablet…).
Estos datos que muestran la gran penetración de las TIC en España, esconden -como apunta la UGT- que más de 2 millones de personas no acceden habitualmente a internet, 750.000 viviendas carecen conexión, 8 millones de españoles no usan el correo electrónico como herramienta básica de comunicación; el 22% de la población no sabe buscar información sobre bienes y servicios en Internet y un 38% de la población desconoce la banca electrónica. Además, un 34,6% no sabe cómo comunicarse con las Administraciones Públicas por medios electrónicos, al carecer de los conocimientos necesarios; y 1 de cada 3 españoles no sabe comprar a través de Internet.
Asimismo, más de la mitad de los desempleados españoles únicamente acreditan competencias informáticas bajas o nulas y 1 de cada 4 cuatro no sabe enviar un correo electrónico. Por otra parte, sus habilidades digitales son 15 puntos porcentuales más bajas que las que esgrimen las personas con empleo y sólo un 20% de los mismos realizan cursos online.
En el actual contexto de extraordinario incremento del desempleo debido al impacto devastador de la crisis sanitaria provocada por la COVID19 en el mercado laboral español, que se está cebando especialmente en los colectivos más vulnerables, de restricciones a la movilidad que impiden el desarrollo de programas de empleo y capacitación diseñados en un contexto de movilidad. La “brecha digital” tanto en lo relativo a la alfabetización digital, como en los recursos tecnológicos disponibles, ha incrementado exponencialmente su relevancia, convirtiéndose actualmente en un factor crítico de exclusión sociolaboral.
Es necesario poner en marcha ambiciosas iniciativas, que basadas en la colaboración público-privada, traten de dar respuesta de manera urgente al reto de activar rápidamente hacia el empleo a grupos muy numerosos de personas desempleadas, facilitándoles los recursos tecnológicos, los datos para navegar por Internet y las competencias necesarias para conseguir su plena autonomía digital como una pieza necesaria para la inclusión social.
Como ejemplo de estas iniciativas, el Programa de Aceleración Laboral y Ruptura de Brecha Digital puesto en marcha por parte de Ingeus en colaboración con la Agencia para el Empleo del Ayuntamiento de Madrid, trata de acercar rápidamente al mercado de trabajo a un colectivo de desempleados, a la vez que reduce su brecha digital, facilitándoles tablets, datos y capacitación en competencias digitales.
Imagen de una las sesiones grupales del Programa
de Aceleración Laboral y Ruptura de Brecha Digital
Ignacio Baratech Ramírez
Director Desarrollo de Negocio Ingeus.