La idea de un contrato social equilibrado y cohesionador es una de las señas de identidad de El Día Después, y a él le hemos dedicado una parte importante de nuestras reflexiones y encuentros. En esta nueva fase ya como Asociación, El Día Después quiere -conjuntamente con Ingeus- abordar la problemática del acceso a la vivienda y las respuestas que este reto requieren como una pieza clave del contrato social. Junto con el empleo y la inmigración, la vivienda será objeto de nuestra atención durante los próximos meses.

No es casual que, como recoge el CIS en sus últimos barómetros, la cuestión habitacional haya subido rápidamente en el ranking de las mayores preocupaciones de los españoles en los últimos meses.

El precio de la vivienda tanto de compra como de alquiler ha subido por encima del 3% en los últimos diez trimestres y las consecuencias sobre los más jóvenes, que ven alejarse el sueño de la emancipación, es uno de los efectos más dramáticos para una sociedad envejecida que necesita de todo el talento y la vitalidad de la siguiente generación. Y lo que debería ser el ejercicio de un derecho constitucional es una carrera de obstáculos para la clase media, y directamente en un imposible para las franjas más vulnerables de la sociedad.

Sabemos que las causas de la actual crisis habitacional son múltiples y complejas, además en este mercado intervienen distintos actores a diferentes niveles. Así, las soluciones deben ser múltiples y no siempre sencillas.